Fue una religiosa y
escritora novohispana del Barroco en el Siglo de Oro.
Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así
como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de
"El Fénix de América", "La décima Musa" y "La décima
Musa mexicana".
Este 12 de Noviembre de 2012 se celebra el 361 aniversario del Natalicio de Sor Juana Inés de La Cruz.
A continuación se encuentra una noticia en donde se narra como se vivió este natalicio:
Con un total de 34 obras realizadas en
técnicas que van desde el grafito, óleo, acrílico, collage, serigrafía, mixtas
hasta las gráficas intervenidas, la Fundación Suma de Talentos conmemorará hoy
el natalicio de la religiosa y escritora novohispana Sor Juana Inés de la Cruz,
quien vio la luz el 12 de noviembre, algunas fuentes citan que de 1648 y otras
de 1651.
De acuerdo con el director del Centro Cultural
Sor Juana Inés de la Cruz, de Nepantla, Estado de México, Alejandro Quijano, se
trata de una exhibición en la que más de 30 artistas plasman su visión plástica
contemporánea de la primera gran poeta hispanoamericana y una de las figuras
literarias hispánicas más importantes.
Justo en el
día en que se celebra su aniversario de natalicio, artistas como Adriano Silva
Castañeda, Alfonso Hernández, Blanca Charolet, Carla Zavaleta, Guadalupe
Urrutia, Isaac Holoschutz, Javier Padilla, José Luis García, Julio Belmont,
Lourdes Arretxea, María de la O Toussaint, Margarita Chacón, Paul Achar, Víctor
Peralta, entre otros, rinden un homenaje a la también llamada ‘Décima musa’.
Bajo el título ‘Sor Juana.com’, la muestra
presenta obras inéditas realizadas ex-profeso, todas ellas ejecutadas en un
formato único de 70 por 50 centímetros sobre papel, para caracterizar la relación
literaria entre la palabra y el papel.
Quijano aclaró que no se trata de una
exhibición de retratos, sino de una exposición a partir de sus obras literarias
y su vida.
En ‘Sor Juana.com’, cada uno de los artistas participantes, hará una interpretación de los sonetos y demás obra literaria, de la religiosa y escritora novohispana del Barroco en el Siglo de Oro, a la ‘luz de hoy’.
En ‘Sor Juana.com’, cada uno de los artistas participantes, hará una interpretación de los sonetos y demás obra literaria, de la religiosa y escritora novohispana del Barroco en el Siglo de Oro, a la ‘luz de hoy’.
En estas obras, dijo el artista, se revitaliza
la iconografía clásica con visiones llenas de una representación contemporánea.
Declarado ‘sor juanista’, comentó el contenido de ‘Sor Juana.com’ radica en que a él y al grupo de creadores no les interesó la imagen de la poetisa, sino su contenido literario.
Declarado ‘sor juanista’, comentó el contenido de ‘Sor Juana.com’ radica en que a él y al grupo de creadores no les interesó la imagen de la poetisa, sino su contenido literario.
Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre de pila
era Juana Inés de Asbaje, cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro,
así como la prosa.
Sus obras más destacadas en el genero
dramático fueron ‘Amor es más laberinto’, ‘Los empeños de una casa’ y una serie
de autos sacramentales concebidos para representarse en la corte.
A continuación coloco algunos de los poemas
que escribio:
DETENTE SOMBRA
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
ESTA TARDE MI BIEN
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste:
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu inquietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.
Y el que más me gusto fue
este:
FINJAMOS QUE SOY FELIZ
triste pensamiento, un rato;
quizá prodréis persuadirme,
aunque yo sé lo contrario,
que pues sólo en la aprehensión
dicen que estriban los daños,
si os imagináis dichoso
no seréis tan desdichado.
Sírvame el entendimiento
alguna vez de descanso,
y no siempre esté el ingenio
con el provecho encontrado.
Todo el mundo es opiniones
de pareceres tan varios,
que lo que el uno que es negro
el otro prueba que es blanco.
A unos sirve de atractivo
lo que otro concibe enfado;
y lo que éste por alivio,
aquél tiene por trabajo.
El que está triste, censura
al alegre de liviano;
y el que esta alegre se burla
de ver al triste penando.
Los dos filósofos griegos
bien esta verdad probaron:
pues lo que en el uno risa,
causaba en el otro llanto.
Célebre su oposición
ha sido por siglos tantos,
sin que cuál acertó, esté
hasta agora averiguado.
Antes, en sus dos banderas
el mundo todo alistado,
conforme el humor le dicta,
sigue cada cual el bando.
Uno dice que de risa
sólo es digno el mundo vario;
y otro, que sus infortunios
son sólo para llorados.
Para todo se halla prueba
y razón en qué fundarlo;
y no hay razón para nada,
de haber razón para tanto.
Todos son iguales jueces;
y siendo iguales y varios,
no hay quien pueda decidir
cuál es lo más acertado.
Pues, si no hay quien lo sentencie,
¿por qué pensáis, vos, errado,
que os cometió Dios a vos
la decisión de los casos?
O ¿por qué, contra vos mismo,
severamente inhumano,
entre lo amargo y lo dulce,
queréis elegir lo amargo?
Si es mío mi entendimiento,
¿por qué siempre he de encontrarlo
tan torpe para el alivio,
tan agudo para el daño?
El discurso es un acero
que sirve para ambos cabos:
de dar muerte, por la punta,
por el pomo, de resguardo.
Si vos, sabiendo el peligro
queréis por la punta usarlo,
¿qué culpa tiene el acero
del mal uso de la mano?
No es saber, saber hacer
discursos sutiles, vanos;
que el saber consiste sólo
en elegir lo más sano.
Especular las desdichas
y examinar los presagios,
sólo sirve de que el mal
crezca con anticiparlo.
En los trabajos futuros,
la atención, sutilizando,
más formidable que el riesgo
suele fingir el amago.
Qué feliz es la ignorancia
del que, indoctamente sabio,
halla de lo que padece,
en lo que ignora, sagrado!
No siempre suben seguros
vuelos del ingenio osados,
que buscan trono en el fuego
y hallan sepulcro en el llanto.
También es vicio el saber,
que si no se va atajando,
cuando menos se conoce
es más nocivo el estrago;
y si el vuelo no le abaten,
en sutilezas cebado,
por cuidar de lo curioso
olvida lo necesario.
Si culta mano no impide
crecer al árbol copado,
quita la sustancia al fruto
la locura de los ramos.
Si andar a nave ligera
no estorba lastre pesado,
sirve el vuelo de que sea
el precipicio más alto.
En amenidad inútil,
¿qué importa al florido campo,
si no halla fruto el otoño,
que ostente flores el mayo?
¿De qué sirve al ingenio
el producir muchos partos,
si a la multitud se sigue
el malogro de abortarlos?
Y a esta desdicha por fuerza
ha de seguirse el fracaso
de quedar el que produce,
si no muerto, lastimado.
El ingenio es como el fuego,
que, con la materia ingrato,
tanto la consume más
cuando él se ostenta más claro.
Es de su propio Señor
tan rebelado vasallo,
que convierte en sus ofensas
las armas de su resguardo.
Este pésimo ejercicio,
este duro afán pesado,
a los ojos de los hombres
dio Dios para ejercitarlos.
¿Qué loca ambición nos lleva
de nosotros olvidados?
Si es para vivir tan poco,
¿de qué sirve saber tanto?
¡Oh, si como hay de saber,
hubiera algún seminario
o escuela donde a ignorar
se enseñaran los trabajos!
¡Qué felizmente viviera
el que, flojamente cauto,
burlara las amenazas
del influjo de los astros!
Aprendamos a ignorar,
pensamiento, pues hallamos
que cuanto añado al discurso,
tanto le usurpo a los años.
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